• Obsesiones por bajar de peso


      Dra. Claudia Ramirez 01 Mar 2014

      Actualmente se está formando una cultura por el mejorar nuestro estado nutricional, el objetivo: eliminar la obesidad infantil de nuestro país y evitar en el futuro ser un país obeso. Esto está generando diversas situaciones que en algunas ocasiones, llevan a sufrir ciertos conflictos familiares que suceden alrededor de los alimentos. Uno de estos conflictos es la pelea padres vs hijos sobre qué comer y qué no comer.  

      Los niños aprenden lo que los adultos les enseñamos, nosotros como padres transmitimos nuestros propios mitos y creencias en torno a los alimentos, y si no estamos bien informados podemos generar en nuestros hijos una obsesión por la comida. 

      Como mamás, muchas veces estamos preocupadas por vernos bien, eso implica maquillarnos, tomar un tiempo para ir al salón de belleza, mantener nuestras uñas arregladas, vestirnos bien, entre otras cosas y todo eso lo aprendimos de la sociedad, pero lo aprendimos primero por imitación de nuestras propias madres. Lo que también aprendimos, es la manera de cómo alimentarnos, tal vez nuestra madre siempre nos decía “termina todo del plato, no se puede desperdiciar la comida”, aunque en realidad estábamos satisfechas y eso nos llevaba a comer de más, tal vez nos decía “no comas eso porque engorda” o tal vez “fíjate como ella si come bien….”, etc, y puedo continuar con más ejemplos, pero la finalidad, es entender de donde comenzaron los mitos que me fui formando y cómo puedo estar repitiendo la historia con mis hijos.

      El problema es que no nos damos cuenta que a veces el desear con tanto anhelo y fervor el bienestar y la salud de nuestros hijos, puede llegar a generar este estado de obsesión que pocas veces podemos detectar y así, comenzamos la andanza de las visitas constantes con los pediatras, médicos, nutriólogos, uno tras otro para poder llegar a la solución del sobrepeso de nuestros hijos, acudimos también a los consejos de las revistas, comenzamos las soluciones drásticas con dietas que hemos aprendido en el camino, iniciamos las clases intensivas de karate, ballet, danza, box, natación, entre otras y la obsesión puede continuar e incrementar cuando a veces no obtenemos los resultados que deseábamos, porque resultó que nuestro hijo o hija, no siguió las dietas o los consejos por muchas razones, y que tal vez bajó algunos kilos en el camino, que con el tiempo lo volvió a recuperar. 

      Cuando nos damos cuenta de que nada funciona, lo dejamos un tiempo por la paz, pero ese gusanito de la obsesión por que mis hijos no tengan sobrepeso y mucho menos obesidad, sigue ahí y en cualquier momento voy a continuar con mis esfuerzos para que mi hijo pueda bajar esos kilos extras que a mí no me gusta ver. 

      El error es que nunca nos preguntamos en primer lugar, porqué comenzó ese sobrepeso?, y así buscar la solución desde el fondo del problema, ya que no se trata solamente de estar “a dieta” sino que se trata de toda una educación nutricional integral. 

      Entonces qué puedo hacer? 

      Se debe acudir con un profesional de la salud que no sólo nos dé “una dieta reductiva”, sino que más bien enseñe a nuestros hijos a comer adecuadamente, nos quite los mitos que tenemos cargando desde generaciones atrás y los que vamos generando con cada dieta que hemos realizado con la familia, nos debe enseñar a comer TODO tipo de alimentos, ya que nuestros hijos tienen derecho a comer de todo y enseñarles las cantidades adecuadas en que se pueden comer sin que ellos se generen una fobia a la comida mal llamada “chatarra”. Debemos tomar también una acción integral en conjunto con un psicólogo que nos ayude a comprender por qué en nuestros hijos se inició un problema de sobrepeso, si fue por algún problema donde recurrieron a la comida como refugio o porque hay algún problema de ansiedad, o simplemente para descubrir la causa emocional que originó la ingesta en exceso de alimento. 


      Lo importante es tomar una acción adecuada y no seguirnos generando mitos en el camino de las dietas y los alimentos. En caso de aún no tener este tipo de problemática en casa, podemos prevenir el generar una, y para eso debemos seguir las siguientes recomendaciones:

      1.    No hacer que el tema de conversación durante las comidas en casa sean con comentarios respecto a la comida o al cuerpo, es decir: “tienes que bajar pronto”, “te vas a poner más gorda si sigues comiendo así”, “no comas eso porque engorda”, “que panzota tienes”, “come eso para ponerte como marrano”, “esto se ve tan rico, lástima que tenga tanta grasa”, “no comas pizza que se te va a pegar en la panza”, etcétera.
      2.    Evitar comparaciones con otras personas, es decir: “te vas a poner igual de gorda que tal….”, “fíjate como ella si come bien”, “deberías ser como tal……que si se come las verduras”, “tu hermano si puede comer eso, tú debes estar a dieta”, “
      3.    Debemos confiar en el proceso de las señales de HAMBRE-SACIEDAD de los niños cuando son pequeños, si queremos que coman las mismas raciones que los adultos o si nos espantamos porque creemos que no comen lo suficiente o porque creemos que comen mucho y los obligamos a que coman más cuando no quieren o que no coman cuando tienen hambre, estaremos alterando esas señales y cuánto más alteradas estén, más fácil será que su alimentación sea dirigida por las emociones como el enojo, la tristeza, la soledad, el estrés, entre otras. 

      Siempre debemos asesorarnos en cuanto a la educación nutricional pero debemos investigar antes de generarnos un mito y preguntarnos si realmente estamos haciendo lo correcto o estamos cayendo en alguna obsesión por la comida. 


      CENTRO ABC DE LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA

      L.N. CLAUDIA RAMÍREZ GONZÁLEZ
      DIRECTORA ÁREA NUTRICIÓN
      TEL. 0155-5273-6092
      CEL. 04455—4388-2455
      www.nutricionparaunavidasana.com.mx 
      www.abcdelostca.com 

    • Dra. Claudia Ramirez
      Nutriología
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